viernes, 22 de mayo de 2009

Centrales y peces mutados



Dos días después de abandonar el bar de carretera, Heterodoxo y sus compañeros divisaron a lo lejos las terribles chimeneas de una central nuclear.
—¡Por las barbas de Diógenes! Mirad aquellos funestos y lejanos presagios. En verdad que me erizan el vello los prodigios megalománicos de la ciencia moderna. Mas no repararé en más quejas, hemos de seguir.

Angoise y Crarglac asintieron a una vez. Durante todo el viaje iban hablando e intimando en sus vidas. Angoise incluso se tomaba la molestia de consolar a Crarglac, que desde que había visto alterada su piel se sentía triste y deprimida; el asustadizo y pálido hombre la arropaba en las noches más frías. A cambio, Crarglac iba frecuentemente a buscarle comida. Era una bella relación la que se iba cultivando entre el hombre y la rana. Heterodoxo por su parte, conversaba muy ocasionalmente con Angoise y con Crarglac, y evitaba sacar a Kindlist de su bolsillo, pues ya olía peor que los demonios del averno profundo.

Descendieron las montañas que llevaban hasta la central, y por el camino encontraron un gran lago contaminado. A las orillas había peces muertos y peces agonizantes. Con no poca sorpresa, al viejo y fatigado alquimista le pareció ver algo entre ellos. Se acercó presuroso y fue de repente cuando, más cerca, pudo discenir con más claridad. Aquello que había visto era un pez con dedos. Heterodoxo Copérnico II, el último entre los Copérnico, descendientes del buen Nicolás, lo cogió con sus arrugadas y callosas manos y gritó.
—¡Kindlist! ¡Un pez con dedos! ¡Ya podemos volver a casa!

1 comentario:

Celebrar la vida dijo...

Hola Kindlist:

No me ocurre nada. Solo estoy un poco melancólica.Pero no te preocupes, es parte de la vida y también me encanta celebrar la melancolía, me hace saborear las cosas de otra manera. De todas formas, es verdad que la entrada era un poco triste, y que se salía del tono habitual y de la finalidad de este blog. Así que la he cambiado. A ver si ahora te gusta más.

Un abrazo y que disfrutes del verano.Por cierto, ¿para cuándo una entrada nueva...?